Fractura mandibular

La mandíbula juega un papel muy importante al respirar, comer y hablar. Por desgracia, cualquier tipo de dolor mandibular puede impedir estas funciones tan indispensables. El dolor crónico de la mandíbula puede ser causado por varias condiciones: apretar los dientes (bruxismo), trastornos de la articulación témporomandibular (ATM), la enfermedad periodontal e incluso ciertos problemas sinusales. También puede ser el resultado de una fractura de mandíbula de la que podría no haberse percatado.

Definimos la fractura de mandíbula como la alteración estructural del hueso mandibular tras un traumatismo facial de diversa etiología.
Prácticamente todas estas fracturas son el resultado de algún tipo de traumatismo que, en términos quirúrgicos, puede definirse como “una fuerza física causante de lesión”.

Estas fracturas son clínicamente importantes por varios motivos:

• Los tejidos blandos y los huesos de la cara confieren la protección anterior al cráneo.
• El aspecto facial es un factor importante del “aspecto personal”
• Su conjunto anatómico se asocia a varias funciones importantes para la vida diaria, tales como la alimentación y el habla. Cuando estas funciones se ven disminuidas puede acarrear consecuencias potencialmente graves sobre el estilo y la vida del paciente.

Causas de las fracturas de mandíbula

La mandíbula se encarga de la mayor parte de la mecánica de la boca, abriéndola y cerrándola y permitiéndonos masticar alimentos.

Cuando un hueso se fisura o se rompe, ocurre lo que se conoce como fractura. De acuerdo con Harvard Health Publications, la fractura de mandíbula es el tercer tipo de fractura facial más frecuente después de las de la nariz y de los pómulos. Existen varios tipos de traumatismos físicos que pueden causar una fractura de mandíbula: los accidentes automovilísticos donde el pasajero se golpea contra el tablero, los accidentes industriales, los golpes al practicar deportes de contacto como el fútbol o el hockey o cualquier caída o tropiezo que no se frene con las manos.

Si cree que podría haberse fracturado la mandíbula por alguna de estas circunstancias, no deje de acudir al médico cuanto antes.

Las fracturas y las luxaciones

Las luxaciones mandibulares pueden ser igual de graves que las fracturas, pero la diferencia no siempre es fácil de reconocer. De acuerdo con los Harvard Health Publications (National Institutes of Health, NIH), las luxaciones se presentan cuando la mandíbula se sale de su posición normal en una o ambas articulaciones témporomandibulares (ATM), que son los lugares donde esta se conecta con el cráneo.

Es importante poder reconocer los síntomas de cada uno de los casos. Las señales de una fractura de mandíbula incluyen:

• Moretones en la cara, inflamación y adormecimiento.
• Rigidez en la mandíbula, dolor al tacto o dolor que empeora al morder y al masticar.
• Sangrado en la boca.
• Dientes dañados o flojos.

Las señales de una luxación mandibular incluyen:

• Dificultad para hablar.
• No poder cerrar la boca.
• Una mordida mal alineada o salida.

Las dos condiciones provocan dolor y restringen la movilidad de la mandíbula. Después de realizar un examen físico, el médico le tomará una radiografía para confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se trata una fractura de mandíbula?

• Los analgésicos pueden ser formulados o recomendados por su médico.

• Los antibióticos puede ser formulado si usted tiene una herida abierta. Se usan los antibióticos para la prevención o tratamiento de una infección causada por una bacteria.

• Una fijación con alambres de la mandíbula es posible que se use para mantener la mandíbula en su lugar y evitar que se mueva. Esto ayudará a que los huesos se curen de la manera adecuada.

• La cirugía puede ser necesaria para colocar el hueso de la mandíbula a su posición normal si la fractura es grave. Para sostener unidas las partes de la mandíbula, pueden usar pines, placas y tornillos. La cirugía también puede necesitarse para corregir una deformación o para reparar tejidos dañados como la boca, lengua, nervios o vasos sanguíneos.

¿Qué puedo hacer para manejar una fractura de mandíbula?

• Aplique hielo. El hielo ayuda a disminuir la inflamación y el dolor. El hielo también puede contribuir a evitar el daño de los tejidos. Use una compresa de hielo o ponga hielo triturado en una bolsa de plástico. Cúbrala con una toalla antes de colocarla sobre su cara. Aplique hielo por 15 a 20 minutos por hora o según indicaciones.

• Consuma alimentos blandos según las indicaciones. Si tiene alambres en la mandíbula, tendrá que comer alimentos licuados con líquidos. Tendrá que ingerir estos alimentos con una jeringa o una cañita o popote. Si no tiene alambres de fijación, es posible que sólo pueda comer alimentos blandos. Algunos de estos alimentos son el puré de manzana, plátanos, cereal cocido, requesón, gelatina, pudín y yogur. Pida más información a su médico acerca del tipo de alimentos que puede comer.

• Limpiar la boca de 4 a 6 veces al día. Los médicos le mostrarán cómo hacerlo. Al limpiarse la boca eliminará los restos de comida y se limpiará los dientes. Un cepillo de dientes suave tamaño infantil le ayudará a llegar más fácilmente a todas las partes de los dientes. Un irrigador ayudará a eliminar restos de comida y partículas entre los dientes. Aplicar vaselina a los labios para evitar convertirse en fisurados.

• Mientras que la mandíbula se cura, no practicar deportes. La mandíbula fracturada puede sangrar, se pueden formar moretones con facilidad o fracturarse otra vez. Pregúntele a su médico cuándo es seguro practicar deportes nuevamente.

• No ponga presión en su mandíbula. No empuje ni permita que nada empuje su mandíbula. Duerma boca arriba.

¿Cuándo debo buscar atención inmediata?

• Usted tiene dificultad para respirar.
• Si de repente siente un desvanecimiento y falta de aire.
• Si le duele el pecho cuando respira hondo o tose. En caso de que expectore sangre.
• Su brazo o pierna se siente caliente, sensible y adolorida. Se podría ver inflamado y rojo.
• ¿Cuándo debo comunicarme con mi médico?
• Tiene fiebre.
• Usted tiene un fuerte dolor de cabeza.
• Usted tiene su rostro entumecido.
• Le duele la mandíbula y el medicamento no le calma el dolor.
• Se le sueltan los alambres de la boca.
• Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.