Apnea del sueño y Ortodoncia

La apnea del sueño es un problema más común de lo que parece y es necesario tener en cuenta que en ocasiones comienza desde niños. Es una alteración en la que la respiración se interrumpe o se hace muy superficial. Esta interrupción de la respiración se debe a una obstrucción de las vías aéreas. La respiración disminuida en proceso de crecimiento, es decir, en niños puede alterarlo y crear disarmonías faciales y esqueléticas.

La apnea se define, por tanto, como el cese intermitente del flujo aéreo tanto en la boca como en la nariz, durante el sueño, de manera intermitente y cíclica. Su duración debe ser superior a diez segundos en los adultos y siete segundos en los niños.

La hipoapnea se define cuando la señal respiratoria se reduce al menos en un 3%. El paladar blando, y la base de la lengua colapsan las paredes faríngeas cuando los músculos que dilatan la vía aérea superior (genihioideo, geniogloso, tensor del velo del paladar, etc.), pierden su tono durante el sueño y son incapaces de compensar la presión negativa producida por los músculos inspiradores de la parrilla costal y diafragma.

Estos ciclos periódicos comprometen el flujo aéreo y provocan hipoxemia, detectándose niveles de saturación de oxígeno disminuidos en la oxihemoglobina. Cuando los centros neurológicos que controlan la respiración, detectan el descenso en los niveles de saturación de oxígeno en sangre, emiten por las vías eferentes un mensaje urgente denominado “microdespertar” o “arousal”, que desestructura e interrumpe el sueño.

Estos despertares transitorios provocan una activación fásica de la vía aérea superior, ocasionando “estertores ruidosos”, que ponen fin a la apnea, salvando la vida del paciente, pero interrumpiendo y alterando el normal proceso del sueño, por lo que nunca se alcanza la fase de sueño profundo y mucho menos la fase REM.

¿Qué podemos hacer?

Los ortodoncistas necesitan jugar un papel más importante en la evaluación del desarrollo de la vía aérea y en la formación craneofacial, aunque la relación entre la vía aérea, la respiración y la maloclusión son temas controvertidos.

Ciertamente todo está relacionado durante el crecimiento y la forma sigue la función y la función a la forma, por ello, es importante normalizar la forma y la función lo antes posible.

El tratamiento ortodóncico bien planificado puede ayudar en los problemas respiratorios. Al realizar un tratamiento temprano y aumentar la anchura de un maxilar estamos aumentando la anchura de la vía aérea. Y secundariamiente el paciente tendrá más capacidad para que entre el aire y mejorará la respiración.

Entre los Síntomas de la Apnea del Sueño se encuentran:

  • Crecimiento por debajo de la media
  • Ronquidos nocturnos
  • Dificultades respiratorias
  • Sueño agitado, poco reparador
  • Frecuentes interrupciones del sueño
  • Enuresis, incontinencia urinaria
  • Bajo rendimiento escolar por cansancio

Qué puede producir la Apnea del Sueño:

Está claro que la obstrucción de la vía aérea disminuye la respiración. Una respiración disminuida puede causar malformación craneofacial y maloclusión. Todo esto puede llevar a un número abundante de entidades complejas como, por ejemplo,  la respiración oral, la apnea del sueño, los trastornos del sueño, el TDHA, la enuresis nocturna, etc.

La disfunción respiratoria puede provocar maloclusiones esqueléticas y dentales en los niños en crecimiento. Algunos ejemplos son la hipoplasia (poco desarrollo) del maxilar superior, las mordidas abiertas, las mordidas cruzadas, el exceso de crecimiento vertical, etc. La respiración nasal, con la boca cerrada es fundamental para la buena salud.

¿Cómo puede ayudar la Ortodoncia en la Apnea del Sueño?

El crecimiento craneofacial está un 90% terminado para los 12 años. Por ello el diagnóstico ortodóncico correcto, realizado por un especialista en ortodoncia, se debe hacer antes de esta edad, con lo que las posibilidades de conseguir el mejor resultado son mucho mejores. Lo ideal es acudir al ortodoncista a partir de los 6 años, y así detectar precozmente muchos trastornos que se pueden corregir entre los 6 y los 12 años de edad.

El tratamiento ortodóncico puede aumentar la vía aérea de forma significativa por medio de la disyunción (expansión) y del avance del tercio medio de la cara con una máscara facial o en el caso contrario con aparatos que pueden estimular el crecimiento mandibular. Pero como siempre aconsejamos, este tratamiento debe estar bien hecho. Es muy importante acudir a una clínica especializada en ortodoncia y NO perder la edad ideal de Tratamiento.

Remedios caseros para quitar el dolor de muelas

El dolor de muelas llega sin avisar y, generalmente, en el peor momento. Somos muchos los que alguna vez hemos padecido un dolor punzante y constante en nuestros dientes, que no se alivia por mucho que nos relajemos.

Lo peor de todo es que, cuando suele aparecer esta molestia, estamos de vacaciones o es fin de semana. En muchas otras ocasiones, el dolor de muelas surge por las noches, antes de irse a la cama, y se acaba convirtiendo en toda una pesadilla para nuestro descanso.

Las irritaciones menores generalmente se pueden aliviar haciendo enjuagues regulares de agua con sal y aplicando compresas frías, pero los dolores de dientes más graves pueden requerir la intervención de un dentista.

Si los síntomas persisten durante más de un día o dos, consulta a tu dentista.

Si te ocurre esto y no puedes acudir con rapidez a tu centro de odontología de confianza, ¡no te preocupes! En el artículo de hoy te dejamos un listado con remedios caseros para quitar el dolor de muelas en casa.

Coge papel y lápiz y anota los siguientes trucos para aliviar el dolor de muelas hasta que puedas acordar una visita de urgencia con un dentista. No te ayudaremos a solucionar el problema de raíz, pero si conseguiremos disminuir el dolor de muelas.

¡Veamos de qué remedios caseros estamos hablando!

Tómate un analgésico

¡¡Es lo primero que debes hacer!! Determinados fármacos pueden serte de gran ayuda para conseguir aliviar el dolor, aunque evita tomarlos sin tener una prescripción médica.

Usa compresas de agua fría o hielo

El frío te ayudará a contraer los vasos sanguíneos de la cara o la mandíbula y, acto seguido, disminuirá el dolor. Por ello, las compresas de agua fría o aplicar hielo directamente en la zona afectada, se convierte en el remedio casero infalible para aliviar el dolor de muelas. Si te ha aparecido un flemón, derivado de alguna afección más severa, aplicar frío en la zona afectada también ayudará a aliviar el dolor y la inflamación.

Utiliza las infusiones de tomillo como enjuague bucal

El tomillo es una hierba antibacteriana y antioxidante, que puede funcionar como un enjuague bucal perfecto para aliviar el dolor de muelas. Este remedio casero es conocido por muchos, eficaz y muy fácil de preparar.

Para conseguir tu propio colutorio casero de tomillo debes añadir tomillo fresco en una olla con agua hirviendo. Pasados unos minutos, retira las hojas de tomillo y deja enfriar la solución antes de utilizarla.

Refuerza tu higiene bucodental diaria

El mejor consejo para mantener una boca sana y libre de dolencias es seguir una correcta higiene dental diaria. Para ello, recuerda cepillarte los dientes después de cada comida.

Sé constante y consciente que tu higiene bucal será un fiel reflejo de tu salud dental. ¡Recuerda! Para la odontología es mejor prevenir que curar.

Las encías inflamadas de modo puntual pueden generar dolores de dientes, y con un cepillado adecuado de la zona puedes solucionarlo.

Pásate el hilo dental

No olvides pasarte el hilo o la seda dental tras cada cepillado. Para que tu higiene bucal sea correcta, debes limpiar la acumulación de resto de comida, y evitar que las bacterias se desarrollen en tu cavidad oral.

Si el hilo dental no es lo tuyo, puedes echar mano de los arcos dentales o incluso de un irrigador para limpiar en profundidad los restos de comida que queden entre tus piezas dentales.

Muchas veces los dolores de dientes son debidos a que se queda comida entre los dientes y con el hilo dental lo vas a solucionar casi al instante.

Eleva la cabeza a la hora de dormir

Es normal que el dolor de muelas se haga más fuerte por las noches, ya que al estar tumbados la sangre circula mejor hasta nuestra cabeza, causando más dolor e inflamación. Para evitar que el dolor aumente, prueba a elevar la cabeza, añadiendo algún cojín de más. De esta manera, aliviarás el dolor y podrás descansar mejor.

¿Cuando debes de acudir a tu dentista?

Si tu dolor de muelas es severo o es el resultado de una afección médica más grave, es necesario que consultes a tu dentista para que pueda tratarte adecuadamente. En muchos casos el dolor de muelas requerirá atención médica. Un analgésico de venta libre como el ibuprofeno podría ayudar hasta que puedas ver a un dentista.

También debes ver a tu dentista si experimentas alguno de los siguientes síntomas:

• fiebre
• problemas para respirar o tragar
• dolor general que dura más de uno o dos días
• hinchazón
• dolor al masticar
• encías anormalmente rojas
• secreción de mal sabor o pus

Reconstrucción coronaria, ¿En qué consiste y cuándo es necesaria?

Cuando una pieza dental se rompe o presenta caries, puede tratarse de diferentes modos. Sin embargo, entre las más frecuentes se halla la reconstrucción coronaria.

Se utiliza una funda que recubre toda la pieza dental afectada, principalmente en casos de roturas devastadoras o que están muy destruidas. Suelen fabricarse con materiales estéticos, como el zirconio que, sin importar el tallado implementado, mantiene gran parte del diente natural.

Se tiende siempre a conservar los dientes naturales mediante la prevención y la restauración. A parte del trabajo y la destreza del profesional también son muy importantes el material utilizado en la técnica restauradora y el trabajo del paciente (un buen cepillado, una buena alimentación, colaborar con el dentista, entre otros).

La reconstrucción coronaria consiste en un tratamiento conservador en un diente con destrucción importante de la estructura dental, en la cual no se puede realizar un tallado para preparar un empaste convencional.

Los objetivos de una reconstrucción coronaria son proteger a la pulpa dental, restablecer la anatomía perdida del diente y reestablecer también la función del diente.

Ante los casos que no es posible realizar un tallado convencional, se tiene que eliminar la caries primero, tratar la lesión en sí y restablecer la función dental mediante reconstrucciones coronarias.

La protección de la pulpa dental, evitando que las bacterias lleguen a ella mediante la filtración marginal, se puede alcanzar mediante una buena desinfección y limpieza de la cavidad a tratar, un buen sellado de esta para poder cerrar los túbulos de la dentina que se han abierto y un relleno y ajuste de la restauración.

Existen varios factores que se tienen que considerar antes de realizar una reconstrucción coronaria, algunos de estos son: la resistencia de la estructura del diente remanente, la extensión de la cavidad y la cantidad del tejido restante, la preparación de la cavidad, los materiales con los cuales se realizará la reconstrucción y la oclusión dental del paciente.

Para poder realizar este tipo de terapia odontológica, es de importancia haber hecho una historia completa clínica y radiológicamente, con un preciso diagnóstico y un plan de tratamiento individualizado.

La reconstrucción coronaria se inicia con la colocación de anestesia local y un aislamiento absoluto de la parte coronaria del diente a reconstruir. Se procede a continuación con la desinfección de la cavidad y al gravado, sellado y reconstrucción con materiales específicos. Antiguamente este tipo de terapia se realizaba en los sectores posteriores con amalgama, pero hoy en día existen materiales más estéticos como los composites.

Tras restaurar la corona natural del diente de forma mínimamente parcial, suele obtenerse la protección total de la pulpa dental, restableciendo tanto la anatomía perdida del diente como su funcionalidad. Además, ayuda a:

• Prevenir las fracturas de las paredes.
• Devolver a la pieza su función normal o, al menos, lo más parecida posible.
• Mejorar la estética.
• Prevenir la filtración.
• Permitir la implementación de clamps y goma dique para alcanzar el aislamiento absoluto del campo operatorio.

¿Cuáles Son Los Indicios Para Recurrir A Una Reconstrucción Coronaria?

El paciente presenta síntomas como molestias y sensibilidad dental, inflamación gingival, dolor penetrante y pulsante e incomodidad al masticar, debido a que la comida queda atascada en la zona afectada.

Pero para realizar una reconstrucción coronaria, se deben tener en cuenta:

• La resistencia de la composición dental remanente.
• La expansión de la cavidad y la cantidad del tejido restante.
• La preparación de la cavidad.
• Los materiales con los cuales se realizará el tratamiento.
• La oclusión dental del paciente.

¿Qué Se Requiere Para Hacer Una Reconstrucción Coronaria?

Las reconstrucciones poseen diversas instrucciones terapéuticas, que se incrementan a causa de la gran versatilidad de presentaciones que suelen ofrecer. Sin embargo, al tratarse de materiales cuya retención se obtiene por la adhesión, la preservación de la estructura dental es grande.

Se debe tener en cuenta que los materiales utilizados son, por lo general, muy sensibles a la técnica y el odontólogo tendrá que controlar aspectos como:

• Una indicación adecuada.
• La selección del material apropiado para cada circunstancia.
• El uso de un buen procedimiento de adhesión a los tejidos dentales.
• Una correcta técnica.
• Tener los conocimientos requeridos y previos para conseguir resultados satisfactorios a largo plazo.

Recomendaciones Para Evitar Una Reconstrucción Coronaria

Puedes tener en cuenta los siguientes consejos para evitar la reconstrucción dental:

• Mantener buenos hábitos de higiene y cepillarse los dientes después de cada comida, preferiblemente con pasta dentífrica rica en flúor.
• Utilizar el hilo dental y el enjuague bucal después de cada cepillado.
• Acudir a la clínica dental cada seis meses y recibir, como mínimo, una limpieza bucal al año.
• Llevar una dieta equilibrada y evitar comidas demasiado azucaradas y bebidas carbonatadas.

¿Qué es una erosión dental?

La erosión dental es un tipo de desgaste que afecta al esmalte del diente (capa más externa y dura) y que se produce como consecuencia de la acción de diferentes agentes químicos. Son ácidos que van a provocar una alteración del pH de la saliva, desprotegiendo la estructura dental y dando lugar a un debilitamiento de la misma.

Existen otro tipo de desgastes como la abrasión dental o la atricción, sin embargo, estos son producidos por la acción mecánica bien de agentes externos como el cepillo dental, pastas de dientes muy abrasivas o por patologías como el bruxismo. Por ello es fundamental la realización de un buen diagnóstico, que determinará el tratamiento.

¿Cuáles son los agentes erosivos y dónde podemos encontrarlos?

EROSIONES ENDÓGENAS: Son aquellas causadas por ácidos que proceden de nuestro sistema digestivo. Generalmente en este caso, suele deberse a patologías como el reflujo gastroesofágico o a desórdenes alimentarios como la bulimia. Esta última enfermedad cursa con vómitos repetitivos que provocan la retención de los jugos gástricos en la boca los cuales, deterioran el esmalte dental. En estos pacientes podemos observar lesiones características en la cara interna de los dientes.

EROSIONES EXÓGENAS, causadas por ácidos que generalmente se encuentran en las comidas y en las bebidas. Este tipo son mucho más frecuentes.

Aquí tienes unos cuántos ejemplos: refrescos de cola, bebidas isotónicas, zumos de naranja y limón, frutas cítricas, vinagre, infusiones de frutas

El consumo excesivo de este tipo de alimentos disminuye el pH de la saliva, aumentando los procesos de desmineralización de la superficie dental. La saliva es la encargada de mitigar naturalmente el efecto erosivo de los ácidos sobre el esmalte dental, por lo que, cuantas más veces expongamos nuestros dientes a los ácidos, menos tiempo tendrá nuestra saliva para revertir el desgaste.

¿Cuáles son los síntomas de erosión dental?

El esmalte dental es la parte que recubre la parte externa de los dientes, cuya función es proteger la estructura interna del diente de los agentes patógenos externos, por ello, el debilitamiento del esmalte a causa de la erosión dental supone la exposición de la dentina (la parte de color amarillento del diente).

Algunos de los síntomas de la erosión dental son los siguientes:

Decoloración de los dientes: si se va dañando el esmalte debido a la erosión dental, el blanco natural de los dientes se va perdiendo, dando paso a un tono más amarillento.

Sensibilidad dental: al quedar expuesta la dentina con la erosión dental, los dientes quedan mucho más sensibles ante los agentes externos. Por este motivo, es habitual sentir un dolor agudo tras la ingesta de ciertos alimentos, comidas azucaradas o bebidas, especialmente frías o calientes.

Desgaste de las piezas dentales: los dientes pueden llegar a cambiar de forma, verse más redondeados o aparecer pequeñas fisuras. También pueden aparecer ciertas transparencias en los bordes dentales, perdiendo estos su opacidad.

Protocolo de prevención de la erosión dental

Evitar y reducir el contacto directo con ácidos
a. Reducir la ingesta de comidas y bebidas ácidas y carbonatadas y en el caso de beber de vez en cuando, aconsejar el uso de pajitas para evitar el contacto directo con los dientes.

Evitar alimentos, como el limón, kiwi, vinagre… que puedan producir un aumento de reflujo gastroesofágico en pacientes con patología y recomendar al paciente con este tipo de problemas (si no está en tratamiento) visitarse con su médico para llevar a cabo un control de la acidez.

Aumentar la resistencia a los ácidos a través de una terapia fluorada: se ha demostrado que se pueden minimizar los efectos erosivos de los ácidos con aplicación de flúor tanto en barniz como con aplicación tópica.

Recomendar un tratamiento de higiene oral diaria con pastas y colutorios fluorados y que contengan nanopartículas de hidroxiapatita a concentración específica, ya que han demostrado ayudar a la prevención de la erosión dental.

Uso de calcio y fosfato para aumentar la resistencia de los ácidos: el calcio y el fosfato reducen significativamente el potencial erosivo de varios agentes ácidos.

Cuidado con el cepillado: Las personas que padecen de erosión dental y que usan pastas dentífricas abrasivas, pueden agravar significativamente la pérdida de esmalte. Por ello, siempre recomendaremos a estos pacientes pastas no abrasivas y antes del cepillado, tras la ingesta de comida o bebida ácida, hacer enjuagues con agua para recuperar el pH de la cavidad oral y la espera de mínimo 30 minutos para proceder al cepillado y dejar que la saliva neutralice el pH ácido. Además, los productos anticaries, ayudan a prevenir la erosión.

Tratamiento para la erosión dental:

Se recomienda que el tratamiento de la erosión empiece por el protocolo de prevención expuesto anteriormente. Después de imponer al paciente y controlar el protocolo preventivo y según la cantidad de erosión que hayan sufrido los dientes se pasará al tratamiento restaurador:

Erosión inicial: si la pérdida de esmalte no es total, simplemente controlaremos al paciente a través del protocolo de prevención.
Erosión moderada: cuando hayamos perdido en una sola zona del diente prácticamente todo el esmalte y empiece a verse dentina, habrá que realizar un empaste con composite.
Erosión severa: cuando el paciente presente exposición dentinaria en varias zonas del diente o en varias piezas y presente sensibilidad habrá que realizar reconstrucciones y en algunos casos puede incluso ser necesaria la endodoncia y colocación de incrustaciones o coronas.

¿Qué es el composite dental y para qué sirve?

El composite es un material odontológico utilizado para realizar restauraciones en los dientes.

Para ajustarse a las diferentes necesidades de los pacientes y de los dentistas, actualmente es posible encontrar diferentes tipos de composites dentales. Cada uno con características y modos de uso distintos. De hecho, en algunas situaciones puede hacerse un poco difícil elegir la opción adecuada para cada caso particular.

Además, estos materiales siguen en constante evolución por lo que continuamente aparecen nuevos modelos en el mercado. Pero, ¿cuáles son los distintos tipos de composites dentales? ¿Quieres conocerlos?

Entre sus propiedades se encuentran, la buena resistencia frente a cambios térmicos y una elasticidad similar al diente, poca contracción a la polimerización, buena radiopacidad y alta resistencia al desgaste.

Utilidad de los composites

Las resinas compuestas o composites son los materiales más utilizados para las reconstrucciones estéticas de los dientes anteriores (los más frontales y visibles), y además han pasado a ser el material de elección para las obturaciones (tapar caries) o empastes de los dientes posteriores.

Se pueden utilizar tanto en restauraciones directas, realizadas directamente en boca del paciente, como también, en restauraciones indirectas, es decir, preparadas fuera de la cavidad oral.

Se trata de un material que es usado para buscar una mejora tanto en la estética dental, como también, en la funcionalidad oral. Una de las ventajas principales es que se trata de un material muy conservador, ya que éste no necesita tallado del diente y proporciona muy buena estética. Asimismo, es un material moldeable e imita el color natural del resto de dentición, así pues, tiene un resultado muy satisfactorio.

En el mundo odontológico se utiliza para hacer tratamientos dentales como:

Reconstrucciones por fractura

La reconstrucción dental se sugiere cuando la persona ha sufrido un traumatismo en estado crítico o grave en una pieza dental, ocasionando una rotura o fractura de forma total o parcial.

Dada la facilidad con la que se puede manipular, se tiene la posibilidad de reconstruir la pieza directamente sobre la boca del paciente y en una sola consulta odontológica sin tener la necesidad de modificarlo en forma o tamaño.

Así, permite obtener un resultado óptimo al poder escoger entre las diversas gamas de tonalidades y lograr, de este modo, imitar idóneamente el color de la pieza dental fracturada o el de sus adyacentes.

Empastes dentales

Cuando una caries o cualquier afección dentaria perjudica una o numerosas piezas dentales, los odontólogos e higienistas dentales tienden a ofrecer este tratamiento como método restaurador.

Por medio de los empastes dentales, se podrá limpiar la lesión cariosa y se evitará que las bacterias sigan afectando la estructura dentaria. Una vez que la pieza se encuentre libre, se procederá a obturar o rellenar el espacio que ha dejado la afección.

Carillas dentales

Las carillas dentales son finas láminas que emergen un resultado estético al imitar idóneamente el color natural, adhiriéndose a la superficie de una pieza dental para cambiar su forma, tonalidad, tamaño o posición.

Sin embargo, las funcionalidades de sustituir troneras, diastemas o cualquier espacio indeseado van a depender de los requerimientos, necesidades y grado de afección de cada paciente, pudiendo variar su tipología entre carillas de porcelana, de composite u otras.

brackets para adultos en bilbao

¿Qué son las carillas de porcelana?

Las carillas dentales son el tratamiento más personalizable de todos los que se engloban dentro de la especialidad de la estética dental.

Gracias a las carillas, es posible modificar el aspecto de los dientes que no sean de nuestro agrado por su tamaño, forma o color. Hacen posible llevar a cabo un diseño integral de la sonrisa

Es por ello un tratamiento con alta demanda y muy rápido si lo comparamos con otros de mayor duración, como la ortodoncia.

Dentro de todas las carillas estéticas, distinguimos dos tipos fundamentales: las de porcelana o cerámica y las de composite.

Aunque las carillas dentales de composite se colocan con mucha frecuencia en las clínicas dentales, en este artículo queremos centrarnos en las de porcelana o cerámica.

Por eso, te vamos a dar todos los detalles acerca de qué son este tipo de carillas dentales, cómo se fabrican y si son mejores que las de composite.

¿Qué son las carillas de porcelana y para qué sirven?

Las carillas de cerámica o porcelana son unas finas láminas que se colocan en la cara externa del diente y tienen como objetivo mejorar su apariencia.

De esta manera, realizan un rejuvenecimiento dental y sirven para modificar aspectos como la forma, el tamaño, la posición o el color de los dientes de una persona.

En una solución muy eficaz para corregir dientes que están levemente torcidos, pero también otros problemas como las fracturas o piezas que se han desgastado u oscurecido con el paso del tiempo.

Igualmente, las carillas de porcelana consiguen cerrar pequeños espacios interdentales (llamados técnicamente diastemas).

¿En qué dientes se colocan estas carillas?

Debido a su función estética, principalmente se colocan en los dientes que son visibles ante los ojos de los demás.

Por su carácter personalizable, se pueden adherir en una sola pieza dental o en varios (tanto en las superiores como en las inferiores) según las necesidades de cada persona.

Sin embargo, cuando hablamos de carillas dentales de porcelana, no es habitual colocarlas en un solo diente.

Esto se debe a la complejidad que supone igualar el tono exacto de las piezas adyacentes, especialmente si hablamos de los incisivos centrales o paletas.

Tipos de carillas de porcelana

Existen tres clases principales de carillas estéticas de cerámica, que se distinguen por sus características y usos.

Ultrafinas

Sus ventajas frente al resto se basan en que son más finas y, a la vez, más resistentes que las demás.

Gracias a su mínimo grosor (similar al de una lente de contacto), pueden colocarse en muchas ocasiones sin necesidad de tallar el diente y consiguen un aspecto muy natural.

Por otro lado, la resistencia se obtiene debido al material con el que están hechas las carillas: porcelana inyectada.

La confección de las carillas se realiza en el laboratorio dental de forma manual en lugar de industrial, lo que le otorga una mayor durabilidad.

Existen dos marcas principales que comercializan las carillas de porcelana ultrafinas: e.max y Lumineers.

Zirconio

En segundo lugar, encontramos las carillas de zirconio.

A diferencia de las ultrafinas, este tipo solo se emplea en casos concretos: cuando la persona tiene un perno metálico que no se puede retirar (estructura de color metálico colocada previamente en el interior del diente para poder reconstruirlo).

Este perno es una pieza que ayuda a fijar un diente debilitado y sin el cual podría caerse.

La fabricación de estas carillas se consigue mezclando porcelana con zirconio, por lo que su inconveniente es que resultan demasiado gruesas y opacas.

Sin embargo, en el supuesto que hemos citado resulta la opción más ventajosa para el paciente, pues gracias a ellas el perno de metal no se transparenta ni afecta a la estética.

Pero debido a la pérdida de naturalidad, es preferible no colocar carillas de zirconio si no estamos ante este caso.

Feldespáticas

Las carillas feldespáticas tuvieron una gran demanda hace varios años y eran las más utilizadas por los dentistas.

No obstante, con los avances en la técnica y los acabados cada vez más reales, las ultrafinas han terminado desplazándolas por ser más resistentes y estéticas.

PROS Y CONTRAS DE LAS CARILLAS DE PORCELANA

Podría parecer que a primera vista todo son ventajas con las carillas de porcelana, y de hecho hay muchas que a continuación veremos, pero también existen pegas que los pacientes refieren una vez que prueban ese tratamiento.

En primer lugar, contamos con una serie de beneficios que empezando por el cambio estético que pueden producir en los pacientes, y que todos ellos agradecen, también se enumeran los siguientes puntos a favor de las carillas de porcelana:

• Aumentan la autoestima de los pacientes que las llevan puestas.
• El tipo de mantenimiento que precisan dichas carillas es el mismo que un diente con esmalte normal.
• Ciertas bebidas como el café o el té, y ciertas sustancias como el tabaco, no las tiñen.
• Mantienen el color y el brillo de manera indefinida.
• Tratamiento poco invasivo para el paciente.
• Al respetar el diente de forma natural, no existen molestias ni dolor a lo largo del tratamiento.
• Es una forma muy eficaz de combatir la fobia al dentista.
• La naturalidad que permite sacar a relucir por parte del paciente, es un factor de mucho peso para el componente estético que defienden desde el principio.

Por otro lado, los puntos en contra que se podrían encontrar son los siguientes:

• En primer lugar, el precio, ya que las carillas de porcelana son las más caras del mercado.
• El componente definitivo que aportan las carillas requiere de un tallado del diente por debajo de ellas, por lo que a la hora de caerse o quitárselas por diversos motivos, el diente ya no se verá igual al natural.
• Su colocación en consulta requiere de muchas sesiones, porque el proceso es complejo y lento.
• En ocasiones, el paciente puede perder sensibilidad en los dientes, debido al tallado que debe producirse antes de instalar las carillas de porcelana.
• No existen las reparaciones, ya que al caerse o deteriorarse, la única solución es cambiarla por completo.

De cualquier manera, se trata de un tratamiento poco invasivo que los pacientes suelen aceptar con armonía en su boca, y que corrige muchos de los desperfectos más habituales y poco deseados de nuestros pacientes.

Las claves para saber si tus encías están sanas

Las claves para saber si tus encías están sanas

Muchos pacientes desean tener una sonrisa perfecta, por lo que muchos se preocupan de sus dientes pero no de las encías, lo que es un grave error. El color y textura de las encías pueden indicar en qué estado se encuentran.

Contar con unas encías sanas es vital para el estado de salud bucal, y de todo el cuerpo. Por ello, nosotros siempre incidimos en la importancia de una óptima higiene bucodental.

Su aspecto ha de ser parecido al de ‘la piel de naranja’, según indica el periodoncista (odontólogo especialista en encías). Cuando se produce una inflamación de este tejido por bacterias, la encía pierde su apariencia consistente y puede presentar una menos firme y más fluctuante, edematosa y enrojecida. Por otro lado, si se descama y está muy irritada cerca de los dientes, podría deberse a un trastorno autoinmune.

En este sentido, es necesario realizar un adecuado cepillado que englobe la parte interna y externa de los dientes, así como las encías, la lengua y el paladar. Asimismo, es aconsejable el uso de hilo dental diario, un colutorio y una pasta dental específica para el cuidado de encía

Si observas que cuando te lavas los dientes hay sangrado podría ser un signo crítico a la hora de determinar que algo no va bien. Esto no se debe a que el cepillo nos haga daño, sino al exceso de placa dental que irrita la encía y produce el sangrado al cepillarla. El experto asegura que, al contrario de lo que mucha gente piensa, es beneficioso cepillar más en esa área.

¿Qué dice el color de tus encías sobre tu salud?

Cuando sonreímos no solo mostramos los dientes, sino que también dejamos ver buena parte de las encías. Sin embargo, aunque nos suele preocupar mucho el color de los dientes, no solemos prestar atención al color de nuestras encías. Y eso que éstas nos pueden dar muchas pistas de nuestra salud.

Unas encías sanas tienen que ser de color rosa claro o coral, que es un poco más intenso. Otras coloraciones, como las blanquecinas, enrojecidas o amoratadas, pueden ser síntoma de alguna enfermedad o infección.

El color de las encías revela información relevante para la salud bucodental:

Encías rosas coral: este color indica que la encía está sana, por lo que no hay que preocuparse.

Encías blancas o rosa pálido: éste podría ser un indicativo de padecer anemia. La disminución de los índices de hemoglobina da como resultado la palidez de las encías, así como la dificultad para respirar y el cansancio. Asimismo, si las encías están recubiertas de una capa blanquecina podría tratarse de una estomatitis herpética, una patología que se transmite por el virus del herpes.

Encías rojo brillante: este color determina la inflamación de la encía. Éste suele ser uno de los síntomas de alguna enfermedad periodontal, como la gingivitis o la periodontitis. Además del enrojecimiento, el sangrado puede ser otro de sus síntomas. En este caso, es aconsejable que acudas a tu dentista de confianza lo antes posible para realizar una valoración específica de las encías.

Características de las encías enfermas

El aspecto de las encías puede ser un indicador principal de la presencia de alguna patología bucal. Algunos síntomas que se manifiestan a través de las encías son:

Encías inflamadas. La apariencia más hinchada o agrandada de lo habitual es algo común. No obstante, aunque muchas veces no se preste suficiente atención, es importante hacer un diagnóstico a tiempo para establecer un tratamiento y evitar complicaciones.

Encías retraídas. Dos de los principales motivos de las encías retraídas son el cepillado agresivo y las enfermedades periodontales. Los pacientes con este problema han perdido parte de la encía, dejando la raíz del diente descubierta. Se recomienda acudir al odontólogo lo antes posible.

Candidiasis bucal. Es una enfermedad provocada por un hongo. Se reconoce por provocar placas de color amarillo en las encías. Es un problema más frecuente en pacientes que llevan prótesis dentales y en aquellos cuyo sistema inmunológico no funciona bien, aunque también en recién nacidos.

La enfermedad de las encías

Precisamente el sangrado podría indicar que sufrimos una gingivitis o la enfermedad de las encías. Se trata una inflamación provocada por las bacterias que forman la placa y el sarro (depósito duro por la mineralización de la propia placa), que se acumulan en entre la base de los dientes y la encía produciendo el sangrado.

Sus síntomas son enrojecimiento e hinchazón, sangrado (tanto durante el cepillado como espontáneo), así como también puede provocar mal olor y sabor de boca. Afortunadamente, son reversibles si ponemos remedio a tiempo y mantenemos una higiene adecuada.

Su tratamiento es sencillo, tan solo ha de eliminarse la placa y el cálculo dental, mediante ultrasonidos y curetas. Después en casa, debemos mejorar la técnica de higiene oral usando también otros métodos, además del cepillo, como la seda y los cepillos interdentales. Además, se recomienda realizar todos los días enjuagues con un colutorio de clorhexidina para que la gingivitis remita durante el tiempo indicado por el odontólogo.

Para que no se vuelva a repetir, es conveniente mantener de manera constante estas medidas de limpieza y acudir a visitas de mantenimiento periódicamente para que un profesional elimine el cálculo.

La temible piorrea

La peor consecuencia de descuidar u obviar una gingivitis es que derive a una periodontitis, conocida vulgarmente como piorrea. Es una infección que, además de afectar a las encías, también se caracteriza por la destrucción progresiva de los tejidos de soporte del diente o hueso.

Existe una predisposición genética de algunas personas, cuya placa bacteriana ataca a encías y hueso, aunque también existen otros factores de riesgo como el tabaco, el estrés…que aceleran la evolución de la enfermedad hasta finalmente la caída de los dientes en un periodo variable de tiempo.

Debido a que es un proceso indoloro y precoz, debes de estar muy atento a señales como: dientes más largos por la retracción de las encías; movilidad dentaria, a consecuencia de la reabsorción de hueso alrededor de los dientes; y como consecuencia final, la pérdida de piezas dentarias. Asimismo, produce mal olor y sabor de boca, por los productos de desecho del metabolismo de la placa bacteriana y el sarro, y desplazamiento de los dientes -malposiciones o aumento del espacio-, ya que hay una pérdida de los tejidos de soporte dental que facilitan su migración.

Antes de nada, se realiza un periodontograma y una serie de radiografías para determinar cuánta pérdida ósea ha sufrido el paciente. También se lleva a cabo un análisis microbiológico de las bacterias de la boca y se evalúa cómo se cepilla los dientes y cuáles son sus hábitos de higiene en general, al igual que la manera en la que mejorarlos.

La primera parte del tratamiento consiste en eliminar con anestesia el cálculo que existe por debajo de la encía, mediantes curetas y ultrasonidos (conocido como raspado y alisado radicular o fase básica).

Si tras un primer raspado, se ha conseguido eliminar todo el sarro bajo las encías y ya no hay presencia de bolsas periodontales profundas (a más de 5-6 mm) ni sangrado, en algunos casos es posible regenerar el hueso perdido, aplicando diferentes productos en el fondo de los defectos óseos. La fase quirúrgica también es bajo anestesia y una vez completada, el paciente solo tendrá que llevar a cabo un mantenimiento periodontal.

Aún así, antes de llegar a este punto, es conveniente que hagas las visitas pertinentes al dentista, que variará según tus necesidades, y llevar una adecuada y diaria higiene bucal para mantener tu boca sana.

¿Qué es el rechazo de un implante dental?

El tratamiento con implantes dentales es la mejor solución para reemplazar dientes perdidos. Los implantes son cómodos, seguros, duraderos, quedan fijados al hueso y, a nivel estético, la prótesis que se coloca sobre el implante es muy similar al resto de dientes naturales. Además, realizado en una clínica con un equipo especializado en implantología, el tratamiento tiene una tasa de éxito muy elevada.

Sin embargo, hay algunos factores que pueden provocar el fracaso del implante dental, es decir, que la encía no cicatrice adecuadamente y el implante no termine de integrarse en el hueso o se infecte posteriormente.

A pesar de la elevada tasa de éxito de este tratamiento, el rechazo de un implante es un problema que muchos pacientes temen cuando van a someterse a un implante dental.

¿Qué es el rechazo de un implante dental?

Se emplea a menudo la expresión “rechazo de un implante dental” para referirse al fracaso de un tratamiento con implantes, pero realmente esta no es la manera más rigurosa de describir este fenómeno.

Siempre decimos que los implantes dentales son la opción ideal para sustituir uno o varios dientes perdidos. En parte, esto se debe a que generalmente los implantes se fabrican con titanio, un material biocompatible que puede integrarse en el hueso maxilar y desempeñar las mismas funciones que una raíz dental artificial.

Las propiedades del titanio hacen que su rechazo sea muy improbable. Por ello, cuando hablamos del rechazo de un implante dental en verdad nos referimos a la aparición de complicaciones que provocan la pérdida de funcionalidad, la infección de los tejidos que lo rodean e incluso la necesidad de reemplazar el implante dental.

Estas complicaciones normalmente son ajenas a la compatibilidad entre el implante y el organismo humano, el titanio es biocompatible en todos los pacientes. Aún así, hay otros materiales como el zirconio, que también han demostrado una buena compatibilidad.

Causas del rechazo de un implante dental

Pues bien, después de una cirugía de colocación de implantes pueden existir dos tipos de complicaciones que pueden ser causas de un rechazo de implantes dentales: una infección postquirúrgica y la no integración del implante en el hueso.

Véamos con más detalle cada una de ellas.

Primera posibilidad del rechazo de implante dental:

La boca es un medio muy contaminado por bacterias. Y es posible que esas bacterias puedan afectar a la zona operada con la consiguiente contaminación y posterior infección.

Lo que hace que el implante pueda fracasar por infección postquirúrgica.

Sin embargo, esto es algo que puede evitarse tomando las medidas oportunas.

Segunda posibilidad del rechazo de implante dental:

Otra causa de rechazo de implante dental sería la falta de integración del implante en el hueso, también conocido como osteointegración.

Esto puede deberse a dos motivos.

El primero, que durante la cirugía la estabilidad del implante no haya sido buena por la mala calidad del hueso o por una mala colocación.

El segundo puede ocurrir una vez colocado el implante. Cuando el paciente mastica con normalidad sobre la zona operada, transmite micromovimientos al implante que impiden la integración en el hueso.

Síntomas de rechazo de un implante dental

Otra pregunta que te estés haciendo ahora que estás investigando un poco acerca del rechazo de implante dental podría ser: ¿qué s esiente cuando se rechaza un implante dental?

Generalmente, los síntomas de rechazo de implante dental que puedes sentir como paciente son:

Síntoma de rechazo de implante dental 1: Movilidad

Uno de los signos que indican que algo no va como debería es cuando sientes que durante el periodo de cicatrización de tu implante, éste se mueve.

Síntoma de rechazo de implante dental 2: Molestias y dolor

Otro síntoma de rechazo de implante dental es notar molestias y dolor al presionar el implante.

Pasado el postoperatorio tras la cirugía 24h o 48h después, un implante no tiene por qué doler.

Así que si sientes dolor, puede que sea signo de que algo no va bien o existe una infección, como vemos en el siguiente punto.

Síntoma de rechazo de implante dental 3: Infección alrededor de la zona

Más arriba te contábamos que una de las causas del fracaso de implantes dentales es la infección tras la cirugía.

Por lo que, si se produce una infección de la zona operada, las molestias serían mayores a medida que transcurren los días y la zona operada estaría ligeramente inflamada con supuración y aspecto rojizo.

Si después de ponerte implantes, comienzas a notar alguna de estas señales, visita tu dentista de confianza para que identifique si realmente se está produciendo fracaso de implante dental. Y en tal caso, pueda darte lo antes posible una solución, como alguna de las del siguiente apartado.

¿Qué puede hacer ante el rechazo o fracaso de un implante dental?

En línea con las causas y síntomas de rechazo de implante dental que hemos visto, estas son las soluciones que generalmente se abordan para cada caso:

1. Si existe infección:

Cuando se produce una infección hay veces que una descontaminación y medicación antibiótica puede remitir el problema y no afecta al implante.

Aunque todo dependerá del estado del implante y las condiciones de cada paciente.

2. Si el implante se mueve:

Otras veces cuando el implante se mueve, simplemente hay que retirar el implante, esperar que la zona cure al menos dos meses y volver a plantear la cirugía para colocar el nuevo implante.

Cómo evitar el rechazo de tu implante dental

Si quieres evitar el rechazo de tu implante dental, la mejor estrategia es una buena prevención. Te recomendamos anteponerte a las posibles causas de rechazo que te hemos expuesto. Para ello, puedes poner en práctica los siguientes consejos:

Mantén una higiene dental óptima, cepillándote los dientes al menos tres veces al día. Asegúrate de eliminar bien la placa para evitar posibles infecciones que favorezcan el rechazo.

Evita el tabaco y otros malos hábitos que puedan perjudicar tu salud.

Acude a todas las citas establecidas tras la cirugía y asegúrate de consultar con el especialista cualquier preocupación o duda que te surja sobre el tratamiento.

Otra de las medidas que debes tomar para evitar el rechazo de un implante dental es acudir a una clínica especializada en Implantología.

COCLUSIÓN

Ya has podido comprobar que el rechazo de implante dental o mejor dicho, fracaso de implantes dentales, apenas se produce con las técnicas avanzadas de hoy en día.

El miedo a los implantes dentales puede llevar a algunos pacientes a pensar en otras soluciones, a veces, menos óptimas como un puente dental.

Las principales causas por las que un implante puede fracasar son una infección durante la cirugía o una mala integración del implante al hueso. Cuando esto ocurre, los síntomas que el paciente puede notar son: movilidad del implante, dolor y molestias o infección.

Pero como ya hemos visto, hay solución para los diversos casos.

Esperamos haber aliviado tus posibles temores y dudas acerca del rechazo de implantes dentales.

Si vas a colocarte implantes dentales, nuestra recomendación es que acudas a un especialista en implantología con experiencia.

¿Qué es un odontopediatra?

Un odontopediatra o dentista infantil, es el especialista encargado de velar por la salud bucodental de los más pequeños de la familia.

No solo se ocupa de prevenir, diagnosticar y tratar todo tipo de problemas dentales y bucales que puedan afectarles; sino que también les enseña cómo cuidar y mantener sanos y limpios sus dientes.

Con todo ello, este profesional también está poniendo las condiciones para que sus jóvenes pacientes disfruten de una dentadura sana y funcional cuando sean adultos.

De ahí la importancia de visitarlo a menudo.

¿Cuál es la labor de un odontopediatra?

Como dentista de niños, estas son las funciones de un odontopediatra.

Detectar las caries dentales iniciales

Las caries provocan infección, mucho dolor y también complejos en los niños. En casos graves, pueden dificultar la masticación y el habla. Incluso cuando los dientes afectados son de leche, las caries pueden ser muy problemáticas y afectar a los dientes definitivos.

Afortunadamente, si se detectan a tiempo, puede ahorrarle a tu hijo todo ese sufrimiento.

Prevenir infecciones

Los chequeos regulares y los buenos hábitos de higiene que el odontopediatra inculca en los niños son clave para evitar las infecciones.

¿Por qué? Las revisiones permiten identificar problemas de salud bucodental antes de que vayan a más y provoquen una infección. Por otra parte, una limpieza diaria y a fondo de la boca evita muchos de esos problemas.

Detección de maloclusión dental

Cuando antes se detectan este tipo de problemas, más fácil es conseguir buenos resultados. Descubrir y tratar cualquier tipo de maloclusión dental en la infancia impide que esta vaya a más y se convierta en un auténtico quebradero de cabeza en la edad adulta.

Resolver los problemas causados por traumatismos en la boca

Los golpes y caídas son bastante frecuentes entre los niños. Es por esto que muchas visitas a la consulta de un odontopediatra tienen que ver con daños ocasionados por este tipo de accidentes.

Evaluar el buen estado y desarrollo de la dentadura del niño
Por ejemplo, comprobando que el crecimiento de los músculos de la mandíbula y la dentina se desarrolla correctamente o si la forma, color, tamaño y número de piezas dentales entran dentro de la normalidad.

¿Qué tratamientos hace un especialista en odontopediatría?

Muy a menudo, la odontopediatría se ocupa de niños que todavía tienen dientes de leche.

Para que los problemas dentales a los que se enfrenta no terminen por afectar también a las piezas permanentes cuando erupcionen, sus tratamientos suelen ser más agresivos que los que reciben los adultos.

A continuación, algunos de los más comunes.

Selladores de surcos y fisuras

Es difícil impedir que las bacterias de la boca se acumulen en los dientes cuando estos ofrecen surcos y fisuras donde pueden penetrar. Para que esto no suceda, el odontopediatra puede sellar esas hendiduras.

Así, hace menos probable que el paciente sufra gingivitis, caries y otras dolencias causadas por dichas bacterias.

Pulpectomía

Es un proceso muy similar a la endodoncia de los adultos, pero algo más complejo por aplicarse en dientes de leche. Consiste en eliminar por completo la pulpa de un diente que no se puede recuperar de otro modo.

Luego, se desinfecta la pieza y se reconstruye la corona. Las causas más frecuentes que llevan a tener que hacer una pulpectomía son caries graves y traumatismos que han provocado mucho daño al diente.

Reimplantes

Es decir, volver a implantar un diente que ha saltado fuera de su sitio como consecuencia de un traumatismo.

Solo recurrimos a este tratamiento cuando el diente caído es permanente, está en buen estado y no han pasado más de dos horas tras su desprendimiento.

Para que llegue a la consulta en las mejores condiciones posibles, el paciente debe transportarlo en su boca o en un vaso con leche o suero.

Mantenedores de espacio

Aunque no lo percibamos, los dientes nunca dejan de desplazarse. Cuando un diente de leche se cae, el espacio que deja puede ser invadido por otros dientes.

Si esto sucede, el diente definitivo que debía sustituir al diente de leche en cuestión no dispone del hueco que debía ocupar y erupciona donde no debe.

Un mantenedor de espacio «le guarda el sitio» al diente que debe erupcionar, impidiendo que otros lo llenen y provoquen malposiciones.

Ortodoncia

Cuando hablamos de un tratamiento de ortodoncia infantil, que se aplica a los niños, recibe el nombre de interceptiva. Es mucho más fácil corregir los problemas de alineación y maloclusión en niños.

Como todavía están creciendo, sus huesos hacen que redirigir el movimiento de los dientes o devolver a una posición correcta su mandíbula requiera menos esfuerzo.

¿Cuál es la franja de edad recomendada para acudir al odontopediatra?

Es importante que los hijos se acostumbren a la figura del odontopediatra y al hecho de acudir al dentista. Recomendamos visitarlo de manera regular, como mínimo, una vez al año.

En el caso de niños que sufren enfermedades y trastornos sistémicos, conviene ser especialmente estrictos en este sentido, ya que son más propensos a desarrollar también problemas orales.

Todos los niños deberían visitarse con el odontopediatra al erupcionar su primer diente de leche, aunque lo ideal es cuidar su salud oral desde antes. Podrán pasar a la consulta de odontología general en el momento en que surjan los dientes permanentes.

¿Qué es la recesion de encias o recesión gingival?

La encía sirve de soporte para los dientes e implantes y los protege frente a agresiones mecánicas (como el cepillado o la masticación) y los ácidos de la boca.

A veces, sin embargo, se produce una recesión de las encías. Es decir, el tejido alrededor de la pieza dental se va perdiendo de forma gradual, y si no se trata, puede avanzar y perjudicar al propio diente y estructuras que lo rodean.

¿Por qué se produce la recesión de encías?

Estas son algunas de las causas más frecuentes:

– por enfermedad periodontal.
– Al cepillarte los dientes de forma incorrecta o con un cepillo muy duro.
– Si usas palillos para limpiar los restos de comida.
– Cuando en un tratamiento de ortodoncia no se ha ido controlando la posición tridimensional correcta de los dientes y se han llevado en exceso hacia fuera.
– Al darte un golpe en la boca, bien por el propio traumatismo o bien porque el diente haya sufrido un cambio de posición.
– Al rechinar los dientes (lo que se conoce como bruxismo)
– Si tienes una encía muy fina, en cuyo caso serás una persona más propensa a que se retraiga. Al igual que una persona puede tener la piel fina, lo mismo puede ocurrir con las encías. En este caso, serán más sensibles a la agresiones externas.
– Si eres fumador, es un factor de riesgo de padecer enfermedad periodontal.
– A causa de procesos hormonales puntuales como un embarazo, causando el épulis del embarazo, que puede provocar una recesión de encía.

¿Qué es un injerto de encía?

Consiste en extraer tejido de una zona donante como es el paladar o la zona de la muela del juicio superior, para cubrir una zona sobre diente o sobre implante.

Existen diversos tipos y muchas técnicas diferentes para realizarlos pero a grandes rasgos existen 2:

• Injerto de encía libre: Consiste en un injerto tomado de la zona del paladar, a la altura de los premolares-molares de la capa más externa de la encía del paladar. Este injerto produce la formación de encía libre sobre diente o implantes. Este tipo de injerto ofrece la formación de encía adherida para mayor protección de dientes e implantes. Se realiza cuando no existe encía de este tipo, porque existe mucosa o porque es insuficiente.

• Injerto en túnel o en sobre: Este injerto puede ser tomado de la zona del paladar o de la zona de las muelas del juicio superiores, se introduce entremedias de un lecho creado en la zona receptora del injerto. Normalmente se utiliza cuando se quiere ganar grosor de encía o para cubrir ciertas recesiones.

Zonas que se pueden usar para el injerto

Las zonas donantes más comunes son el paladar duro, desde los caninos a los terceros molares, y la tuberosidad, que es la parte distal de los últimos molares superiores.

La elección de una u otra zona dependerá de la cantidad de encía necesaria y de sus características de grosor.

Tipos de injerto de encía

En función del grado de severidad de la recesión y del estado de las encías del paciente, podemos distinguir tres tipos diferentes de injerto.

• Injerto de encía libre: Se coge un pequeño trozo superficial (incluyendo epitelio) de alguna de las zonas ya mencionadas. Tras el injerto, la zona irá cicatrizando poco a poco y cubriendo la lesión, quedando un nuevo tejido del aspecto de la zona donante… La zona tratada tarda en cicatrizar unas 6 semanas, aunque el remodelado de la encía (pequeños cambios que pueden ir ocurriendo en la encía a medida que esta va cicatrizando) puede seguir produciéndose hasta 12 meses después.

• Injerto de tejido conectivo: En este caso, en lugar de obtener la parte más superficial del epitelio de la encía, se obtiene el tejido conectivo de una parte más profunda. Este injerto puede después colocarse en la zona de la recesión de diversas formas, como tunelizado, en combinación con colgajos de encía desplazados. Aquí el aspecto del injerto será exactamente igual al de las zonas de alrededor.

• Injerto de materiales artificiales: Existen diversos tipos de materiales, tanto procedentes de animales como de cadáveres. Estos tejidos están procesados de forma especial para poder usarse como materiales de injerto. El procedimiento es similar al que se realiza con un injerto obtenido del propio paciente, combinado con diversas técnicas de cirugía plástica periodontal.

Sea cual sea el tipo de injerto seleccionado, el objetivo es doble: cubrir la recesión y lograr un grosor de encía suficiente para evitar que esta recesión vuelva a aparecer.

¿Cómo se realiza exactamente?

La cirugía suele durar más o menos una hora y se siguen los siguientes pasos:

Primero, se prepara el lecho receptor del diente (o implante) donde se va a colocar el injerto. O lo que es lo mismo: se limpia la superficie de la raíz expuesta, se pule y se hacen unas incisiones sobre el tejido gingival que la rodea.

Lo siguiente es recolectar el injerto de encía. Si es de tejido propio, se realizarán las incisiones pertinentes según la zona y se trasladará a la zona receptora. Si el injerto es un material artificial se procederá a prepararlo según las indicaciones del fabricante y a darle la forma acorde con la zona a tratar.

El tercer y último paso es suturar el injerto en la zona.

¿Duele el injerto de encía?

Se aplica anestesia local, por lo que no, el injerto de encía no duele. Y en el caso del postoperatorio, lo normal es que notes ciertas molestias, pero similares a las de cualquier cirugía. Las puedes sentir tanto en la zona de la que se ha extraído la parte de la encía necesaria para el injerto como en la que lo ha recibido, y suelen desaparecer con la toma de analgésicos prescritos por tu doctor.

Por otro lado, durante el procedimiento se tienen que dar puntos de sutura, que normalmente (pero, depende de cada caso) se quitan cuando han pasado entre 1 y 2 semanas.

Beneficios

Un injerto de encía no supone unos riesgos fuera de lo normal y sus molestias no tienen nada de excepcional. Animarnos a llevar a cabo el injerto en caso de que un profesional lo considere necesario, aporta varias ventajas:

Recuperación total o parcial de la encía perdida, según el caso.
Al quedar el diente protegido por la encía, esta hace de barrera contra la placa dental y las bacterias. Lo que resulta en menor incidencia de caries o enfermedad periodontal.
Como la raíz vuelve a estar cubierta, la sensibilidad dental desaparece o, al menos, se reduce.
Y para terminar, se mejora la estética dental, al recuperar las proporciones diente-encía.

Cuidados en el postoperatorio

Si la zona del injerto de encía sangra, coloca una gasa seca y muérdela o apriétala con el dedo. En ningún caso, tires del labio para “ver cómo va” o “cómo ha quedado”, porque se podría desprender el injerto. En general, no hagas nada que cause demasiado movimiento en el labio.
Tras la cirugía, si aplicas hielo a la zona durante varias horas, puedes reducir la inflamación e, incluso, evitar que aparezcan hematomas. Aunque si aparecen, no te preocupes, es algo normal.

El mismo día de la cirugía, come solo alimentos blandos y fríos o templados, nunca calientes.
Se recomienda no enjuagarse hasta que hayan pasado 48 horas. Pasado ese tiempo, y durante una semana, puedes hacer enjuagues de agua con sal dos veces al día o con clorhexidina.

Cuando te laves los dientes, no cepilles esa zona, recuerda que ahí están los puntos.

Tómate la medicación, tal como te haya indicado el cirujano dental.

No fumes, lo más recomendable es que hasta que la cirugía haya cicatrizado, dejes de hacerlo. Ya que el tabaco retrasa la cicatrización y aumenta el riesgo de infecciones y fracaso del injerto.